martes, 12 de diciembre de 2017

ESPEJISMO DE UNA CIUDAD COLORIDA - ROJAS ESQUINA ORTEGA



Buenos Aires, ama a los caminantes, a aquellos que van por una cuadra, mirando hacia arriba.





En este caso hacia abajo, porque la pintura que decora este frente, nace en los cimientos de la casa, donde desarrolla lo más espectacular de su arte. 





Como vemos, la casa está pintada en la ochava y en sus dos frentes. En la ochava y en el frente que tiene sobre la calle Rojas, se desarrolla sobre su pared, una ciudad paralela. Con que una, siente que puede tropezar con los edificios que sobresalen, tan sólo por efecto de la vista. Por la cortada Ortega, hay un despliegue fantástico de figuras y color.





En estas fotos se pueden apreciar los efectos ópticos que provoca la técnica con que fueron pintados



Es maravilloso. Los bloques de las edificaciones imaginarias, parecen ocupar espacios y sus diferentes alturas, superponerse



Según nos contó Inés, una vecina, que también tiene su frente pintado por los mismos artistas, se trata de un grupo de de gente del barrio


             



La calidad de la pintura, ha cautivado a los vecinos, y en el cruce de una cortada y la calle Rojas, hay varios edificios que fueron intervenidos, e incluso a unos 50 metros, un edificio.




Voy a ir subiendo, las diferentes casas que se encuentran alegradas con estos motivos, 




Aunque todos son diferentes en su temática., Salvo el de Inés, que sigue con variantes, "la ciudad" de su vecino.






Por la cortada, los dibujos toman vuelo fantástico.




Si bien comienza con la continuidad de una ciudad, 






Rápidamente, encontramos a su genio tutelar, un ave gigantesca, de rostro adusto, que vigila posada en un pedestal.







Luego, globos aerostáticos, transportan edificios, no sabemos hacia donde se dirigen. 




Si, que están protegidos por una segunda ave tutelar, que mira hacia el interior de la casa, inclinada su perfil hacia el vano de una puerta




Por detrás de la segunda ave, continúan flotando los globos con su carga de edificios.




No sólo edificios, como hay campo también transportan vacas, modestas casitas. Alguno apoya un edificio sobre la tierra. El surrealismo, ha sobrepasado la propuesta concreta de la esquina.  





Un arca, rema por el aire, una forma monstruosa la acompaña en altura. El campo se ve tan bello. 






Acá observamos uno de los maravillosos efectos de la técnica, la casa parece tener raíces. Cuando una está junto a ella, provoca deseos de tocarlas. Tal es su realismo. 







Si sos un flâneur, si te gusta Buenos Aires, esta zona de Caballito es una excelente opcion, para vagabundear tranquilamente. 






No te arrepentirás de visitarla.









© Ana di Cesare



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