martes, 31 de octubre de 2017





El Museo de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova”,  ubicado en la Costanera Sur, fue inaugurado en 1928.

Exhibe obras maestras del arte clásico, que además  sirven  como modelos para los alumnos de la Escuela Superior de Bellas Artes.



Renacimiento. La Anunciación. Andrés della Robbia,  Siglo XV, cerámica esmaltada. 
Hospital de los Inocentes, Florencia.


La coleccion está formada por copias hechas mediante la técnica del vaciado o de moldes sacados de los propios  originales;  por lo tanto son exactamente iguales a éstos, hasta en los más mínimos detalles.





La Dama de Elche 




Reúne calcos de obras maestras del Arte Egipcio, Caldeo-Asirio, Griego, 





Greco - Romano, Medieval Románico - Gótico, Renacimiento y de América Central. 



Cultura maya. Jaguar rojo. Época posclásica. Piedra con jade y pedernal. Museo Nacional de antropología de México.




Gran parte de los calcos provino de Alemania, para el Primer Centenario. Las grandes esculturas de bulto se añadieron entre 1923 y 1928 por adquisiciones o donaciones.


















Cultura Azteca. Cabeza de Coyolxauhqui. Época posclásica. Diorita.
Museo Nacional de Antropología de México.  



En 1935, el Museo Antropológico y Etnográfico “Juan B. Ambrosetti” donó doscientos calcos de esculturas egipcias, asirias y babilónicas.


El Museo, además de ser el más antiguo es el más importante de su género en América del Sur.



El valor de su colección reside precisamente en la notable calidad de las reproducciones. La mayoría de las  piezas que se exponen,  son primeras copias de las obras originales; expuestas en el Museo Británico, el Louvre y la Academia de Florencia. 
(datos tomados de la pagina de la UNA, correspondientes al Museo)





Este encantador museo, está rodeado por jardines, que son un remanso.









Recorrer los caminos laterales del pabellón de exhibición, 






gozando de los murales que lo decoran, 













flanqueado por árboles añosos,  




sentarse frente a la fuente, a escuchar las voces el agua y el canto de los pájaros, 





mientras la vista se pierde en los verdes, y en los talleres que nos remontan a un tiempo más antiguo,  es una experiencia extraordinaria de relax y belleza.









© Ana di Cesare












viernes, 27 de octubre de 2017

LA PARROQUIA MAS JOVEN DE CABALLITO - Aranguren 693




Transito con frecuencia la calle Aranguren, a la altura del 600, me llamaba la atención una pequeña capilla, a la que siempre vi cerrada. Como se encuentra junto a un colegio, imaginé que era para el uso del alumnado.


El 19 de éste mes, la encontré abierta. Me comentaron que se debía a la veneración de San Expedito, imagen que se cuenta entre las de la pequeña iglesia.




Gracias a un artículo en red:  
http://www.historiaparroquias.com.ar/historias/cronicas/cronica_180.pdf

descubrí algunos datos, interesantes. 

Si bien es la parroquia más joven de Caballito (1996), es el oratorio más antiguo del barrio.

Sus orígenes se remontan a la la decisión de la Madre María de San Agustín  de fundar en  Argentina  la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor,  orden destinada al albergue de niñas sin techo en riesgo de ser explotadas.

El templo y el convento anexo se construyeron entre 1904 y 1907. Es de estilo neo-románico, originalmente de nave única en cruz griega.  

Proyectado  por el Ing. Rómulo Ayerza, cuenta con dos pequeñas torres, el rosetón en blanco y la estatua: El Buen Pastor, con el cordero sobre los hombros. El interior se observan  30 vitrales y tres rosetones .



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En 1998 el Arq. Rafael Iglesias  le agrego dos pequeñas naves laterales.
Detrás del altar mayor se encuentra la lápida que cubre los restos de la Madre María San Agustín de Jesús,  fallecida e1 13 de enero de 1928.

Entre sus imágenes hay dos poco frencuentes, las del Niño Jesús de Praga y la de Nuestra Señora de Monte Pollino de Calabria. 

Un dato interesante, es que cuando llegaron al país las monjas de ésta orden, fueron alojadas por las Visitandinas, que estuvieron a cargo desde el inicio,  del convento de la Calle Paez y Nazca, del que hoy se conserva la iglesia en la Plaza de los Periodistas. 

Dado que la iglesia sólo tenía abiertas las puertas centrales, y el acceso estaba impedido por rejas, no pude fotografiarla a gusto, por dentro.



© Ana di Cesare



domingo, 15 de octubre de 2017

UNA BARRA CON MEMORIA Y CORAZÓN - Agrelo y 24 de noviembre



La fecha de la placa, hace pensar que a fines de 1938, hace 79 años, los chicos que formaban la barra  que paraba en la esquina de Agrelo y 24 de Noviembre, dejaron de reunirse.

Es posible que la vida los separara, pero imborrable debió ser el tiempo compartido, porque 50 años después, en 1988, colocaron una chapa de agradecimiento.

A 50 metros, funciona la escuela República de Paraguay. Fue el historiador del tango Roberto Selles, un día que iba a dar clases a la Universidad del tango, allá por el 2002 ó 2003,  quien la descubrió. Hay que descubrirla, porque es reducida en tamaño y fue colocada a bastante altura, quizás para protegerla de un robo.

Lo compartió conmigo con la inmensa generosidad que lo caracteriza. La tercera persona que le prestó atención fue Jorge Göttling.

Él lo publicó en su columna, con la esperanza de contactar con alguno de aquellos chicos tan agradecidos.

No tuvo mucha suerte, más que por un comentario, la barra estaba formada por jóvenes de ambos sexos.

Según averiguamos, es el único caso que se conoce en la ciudad.

Si pasás por esa esquina, leela, reconforta el corazón. 




© Ana di Cesare



¿UNA FRANCESA DE LA REVOLUCIÓN? - Venezuela 3637


Cuando se camina por la calle Venezuela de Colombres hacia AV. Boedo, llama la atención un mascarón, que sobresale inclinándose hacia la vereda, del remate de una casa.

Representa una mujer de rostro adusto, que ha entrado en la madurez, hay arrugas alrededor de sus ojos y se marcan los surcos naso-genianos.   Sus párpados entrecerrados, como si estuvieran cansados, nos miran intimidando. Sus labios se fruncen en un mohín confuso, como si la una lejana ironía los empujara al  acto.

Sus risos caen sobre el rostro, un tocado pequeño ligeramente tirado hacia atrás, con una suerte de rulo que cae al costado, por lo que bien pudiera ser un gorro Frigio, es su adorno, junto a un collar de perlas, en la base del cuello.

La señora impone una estampa, que lleva a imaginar una ardorosa participante de la revolución francesa.

Ella custodia una bella casa Art Nouveau.





Tiene una importante cantidad de ornatos, que se distribuyen con armonía.






Motivos florales, debajo del mascarón y los modillones






Un sensual juego de curvas que se cierran y abren, forman los guardapolvos que protegen las ventanas.






Delicadas ménsulas se desprenden de los dos últimos modillones a ambos lados del frente. Y bajo ellas una guirnalda vegetal.





Las terminaciones de los guardapolvos, logran el máximo de delicadeza, con los delicados peces arqueados, que dan un juego de contracurvas, 




que encierran las ornamentaciones sobre los bordes de las ventanas, decoradas en su totalidad por una guarda floral. 







La revolucionaria, cuida una casa muy mantenida con dedicación.






© Ana di Cesare


MURALES CALLEJEROS EN VILLA DEL PARQUE





El arte mural callejero, pone color, significaciones y sorpresa, en los aburridos paredones que arruinan la ciudad. 






Me encanta. No puedo pasar frente a uno de ellos, sin detenerme a mirarlo. Todavía no se lo valora en su justa dimensión, por lo que me pregunto en que momento, el artista, se animó a crearlo.





Estas joyas, las encontré en un  recorrido que hice por Villa del Parque. En pocas cuadras,  paredones del Ferrocarril y de una vieja fábrica pintados con ingenio, me fueron llevando en un viaje maravilloso.





Ojalá, los vecinos aprendan a apreciar el mural y, le permitan sobrevivir, para el disfrute de los vecinos.







© Ana di Cesare




CONTRAPUNTO - Costanera Sur



 Constanera Sur.
Esta tarde,  en el día de la madre.

A 100 metros a la izquierda del Museo de Calcos: una villa de emergencia.
A 400 metros hacia la derecha, las compactas torres del riquísimo Puerto Madero.




Cara y ceca de una ciudad donde no existe la voluntad de políticas de digna vivienda social.


© Ana di Cesare


domingo, 8 de octubre de 2017

UNA BELLEZA ENTRE DOS BARRIOS -Independencia 3619



La hermosa casa de AV Independencia y AV Boedo, mano Noroeste, no pasa desapercibida.

La enorme propiedad, de  19,60 metros de frente por 9,89 de fondo, con sus elegante ornatos  se muestra, desde hace décadas, con dos caras. 






El sector que corresponde a la ochava, al frente sobre Av. Independencia y unos pocos metros sobre  Boedo, bien cuidado, pintado, alzándose  con el  orgullo de engalanar una esquina emblemática del barrio.

La otra parte sobre Av. Boedo, descuidada, desluce con su pintura blanca. A punto de engañar el ojo que la observa y parecer una casa ajena al núcleo que conforma.






Ahora bien, en qué barrio se encuentra este ejemplo de Art Nouveau. 
Acá nos encontramos con la eterna contradicción entre lo que señalan las disposiciones Catastrales y el conocimiento y emoción del vecino que habita la ciudad.

Para catastro, esa esquina está iniciando el barrio de Almagro, para los que viven en la zona, es Boedo, barrio que se extiende en el corazón porteño, varias cuadras hacia el norte.







En el enorme local en esquina, supo estar el Bazar Dos Mundos, que hasta los 90 aunque con puertas cerradas, mantenía todos los emblemas de la conocida firma.

Hacia 1992, fue comprado por un consorcio que lo transformó en Restaurante. Estos socios, que ya tenían en su patrimonio, otros sitios históricos, mantuvieron el ingreso original del bazar. De mármol de Carrara, no se animaron a borrar el grabado " Bazar Dos Mundos", que daba la bienvenida.

Las dos vidrieras en ochava, en los primeros tiempos, funcionaron como un centro de exposición. EN las Navidades y Año Nuevo nuevo de 1992, solicitaron la ayuda de la Peña de Historia del sur, que organizó 4 escenografías, con elementos de colección de la vida porteña.



Foto Catastro diciembre 2009


Un día el restaurante dejó de funcionar, y durante un largo tiempo permaneció cerrado. Hasta el restaurante "La Turuleca", que estaba en Pedro Goyena  y José María Moreno, reabrió la puertas de la emblemática esquina, pero sacrificando todo recuerdo del bazar. Eliminó el mármol del piso, las vidrieras en la ochava.



Con sus idas y venidas, continua rindiendo 



© Ana di Cesare