En todo rubro, Buenos Aires nació y creció ecléctica.
Ni que decir, cuando de arquitectura se habla.
Los porteños, hemos seguido las modas y cuando el
bolsillo de la clase media lo permitía, iba actualizando los frentes de sus
casas, hasta convertirlas en especies extrañas, con, por ejemplo, bellas rejas
Art Nouveau y ornamentación Art Deco.
Imagino, cuando veo esos engendros, que los habitantes,
sintieron que sus casas, desmejoraban al influjo del Art Deco, planchar los
ornatos y agregar rectas al frente, no era tan costoso. Pero ¿Qué pasaba con
las rejas? Hechas en la forja, su precio subía hasta las nubes. De modo que
quedaron como testimonio, para quienes nos dedicamos a esto, de los hábitos
sociales de nuestra veleidosa clase media.
Es bastante difícil, si no se cuenta con material fotográfico
previo, testimoniar cambios más sutiles.
Sí podemos hacerlo, en un pequeño edificio de
departamentos, en Carlos Calvo 4005, en su cruce con Quintino Bocayuva (
esquina NO).
Me llamó la atención al pasar, las manchas de cementos
sobre las ventanas, todas con una forma que rememora una construcción de
oriente.
Así la vi el 1 de octubre del 2019
Recurrí a Catastro y fui espectadora de 3 cambios, que
sufrió en pocos años.
Aquí la tenemos en abril de 1997.
Foto Catastro, abril de 1997
Las ventanitas rectangulares,
remataban en una banderola en forma de arco, cuyos vidrios habían sido pintados
en oscuro, o tenían postigos, que en el momento de la toma, estaban cerrados.
Además, un ornato a lo largo de las ventana, remataba
en las que tienen balcón, con un modesto motivo, que las realzaba.
Catastro, detalle de la foto anterior de abril de 1997
En abril del 2007, hay otro cambio para bien.
Foto Catastro. Abril del 2007
La casa se refrescó.
Las banderolas se despejaron, pintadas de blanco, destacó su carpintería,
delicada, muy de la época. Se conservaron las celosías inferiores. Se retiró el
motivo que delineaba los ventanales, conservando el pequeño ornato sobre el
dintel. Creo que fue el mejor momento de la edificación y en el que sus habitantes
le ofrecieron el mejor mimo.
Catastro, detalle de la foto anterior de abril de 2007
Así la vemos hoy, casi a finales del 2019.
Los marcos de hierro, fueron cambiados por la anodinas
ventanitas de acero blanco. Fáciles de conservar y limpiar, provocan en las
casas antiguas, la quiebra de su identidad.
Lo más grave fue terminar con las viejas banderolas, el
movimiento circular, que no eran un capricho del constructor, sino el
pensado quiebre de la línea recta, detalle de embellecimiento del frente y por sobre
todas las cosas otra entrada de luz.
¿A quién no le gusta disfrutar del sol, de una buena iluminación, con todas
las ventajas que acarrea para la construcción y para el confort de sus
habitantes?
Así es Buenos Aires. Compleja, inexplicable.
© Ana di Cesare
*Este artículo se encuentra protegido por las leyes de derecho de autor, se prohíbe su reproducción total o parcial sin la autorización escrita de sus autores.
© Ana di Cesare
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